He aquí mi rincón de Internet para llenar de esos pensamientos que me asaltan mientras el taxi que conduzco no lleva a nadie a su destino.
Momentos tranquilos en los que este vehículo negro y amarillo rueda por una ciudad vacía, a ritmo de luces verdes, rojas y amarillas.
La visión de la ciudad desde una cabina en movimiento siempre me ha parecido bella y me ha inducido a la reflexión, si a eso le sumo que la ciudad de noche siempre me ha parecido mágica y tranquilizadora, más bien sosegadora, el resultado son estas “reflexiones paseando la lechuga”.
Un blog sin pretensiones, solo esa caja de cartón debajo de la cama, o en el fondo del armario en el que guardaré momentos, pensamientos fugaces y esos devana-sesos que me asolan cuando la ciudad duerme y las farolas alumbran la vida nocturna y despiertan las sombras que todos llevamos dentro.